DIVISIÓN DE HONOR, sin palabras.

Esta entrada es probablemente una de las más especiales de todo lo que llevamos vivido en el club. Os lo queremos dejar claro desde el principio porque lleva consigo una historia de las buenas. Una historia de amor a un deporte y de un sacrificio constante para alcanzar lo más alto. Efectivamente, para quien esté al tanto de lo sucedido estos días, hablamos de Natalia Sanz Postigo y de un club, el de la Universidad de Valladolid, que han tocado el cielo con volante y raqueta en mano.

Este fin de semana, tras una temporada prácticamente impoluta, el CB Universidad de Valladolid cerraba la Liga Nacional de Primera División en Torrejón (Madrid). Por fin, en esta última jornada, pudo debutar Natalia. Cuatro confrontaciones por disputar en las que los objetivos del equipo ya eran ilusionantes cuanto menos tras haber llegado a la última jornada en posiciones de privilegio. Los rivales fueron CB Guadalajara, Huesca La Magia, CB Granollers y CB Estella.

A lo largo de los dos días de competición, nuestra jugadora disputó un partido en cada una de las confrontaciones con un balance de dos victorias y dos derrotas, aportando sus primeros puntos como jugadora cedida en el equipo universitario. Estos puntos, junto a los conseguidos por todo el equipo, hicieron que el CB UVa se llevase tres de las cuatro confrontaciones, terminando en una espectacular segunda posición. Plaza directa para la máxima categoría del bádminton nacional, DIVISIÓN DE HONOR. Bravo.

Inmejorable debut de Natalia, éxito con mayúsculas para el equipo universitario y una alegría inmensa para todo el deporte vallisoletano y castellanoleonés. Muy merecido, por todo lo trabajado estos años y por la calidad humana de ese grupo.

¡ENHORABUENA compañeros!

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